lunes, 21 de octubre de 2013

La Fiesta del Biceps (250m, 7a)

Años han pasado ya desde la primera vez que Andrés me llevó a este mágico lugar, desde que tengo conciencia sabía que esta era una de esas vías que hay que hacer en la vida como escalador... Ya se lo deje caer a Pablo, fanático del lugar, que en que bajara la calor había que subir por aquí, hace una semana un vídeo le abrió los ojos y me dijo de ir, no se hable más ¡vamos este finde!.

Además se nos unen Andrés y Pablo Lucia (Pablo 1 de aquí en adelante jeje) que tienen en mente la vía Mosquitos, gran clásica de la visera, y una notable vía como bautismo riglero de Pablo 1...

A eso de las once estamos ya a pie de nuestras respectivas vías, repartimos los largos;  a mí me tocan los impares, por aquello de evitar el 7a que trae mala fama... en la cordada vecina, Andrés tirará de primero todos los largos, por no asustar al novato más de la cuenta con los alejes... ¡La cordada que llegue más tarde a cima paga las cervezas!



-Primer largo (6b+): subo bastante cagado, para que mentir, porque las chapas están ¡a tomar por culo! y es que ya se sabe que en Riglos cuando el grado es bajo átate los machos, pero como dice Pablete -si es fácil es porque se puede- y poco a poco llego hasta la última chapa antes de la reu donde me cuelgo por no coger un canto salvador que no vi.. no pasa nada que el objetivo es subir y queda muuuucha vía.




-Segundo largo (7a): Pablete se lo encadena a vista ¡titán!, aunque bufandooo -habrá que ir con ojo jejej- inicio de cantacos hasta llegar a la sección fina de placa, si placa en Riglos, que da acceso a un diedro de presas algo romas y sobadas, bonita sección de las de moverseee, tras el diedro hay un pequeño resalte a partir del cual ya es más fácil pero sin regalos...




 -Tercer largo (6c): me toca abrirlo, todo marcha hasta llegar a una especie de diedro-fisura que va alternado presas malillas con otras más mediocres, me paro a reposar, por lo que pueda venir... Un pasete fino de fiarse de pies porque las manos no dan para mucho... y de nuevo presas buenas hasta la reu.



-Cuarto largo (6c): empieza el desplome, aunque suave todavía, y con él, el patatal. Pablo sube como un tiro y yo encadeno también.



-Quinto largo (6c): reposo al llegar a la reu lo que me deja el annnnnnsia de Pablo y tiro de primero, con calma, más desplome y más cazo, pura continuidad, ahora no tengo excusa y encadeno. Pablete sube en un plis pero la velocidad le juega una mala pasada y se le va un talón al empezar, lástima, pero se engancha al momento y encadena.

Llegados a este punto; Andrés y Pablo, se encuentran en el Trono, nos comunican que no van a seguir, Pablo 1 ya ha tenido suficiente, la verdad que lo ha luchado, con vuelo incluido y todo e, lo que son las cosas... y que van a ir por el escape. Cosa de la que se arrepentirán ajjaaja.






-Sexto largo (6c+): el lago más espectacular, las presas son igual de buenas que en los anteriores pero desploma mucho más, ambientazo garantizado.




-Séptimo largo (6a): me toca abrirlo, no sé si es que me creo que por el grado va a estar chupado, o la caliza de arriba que me tiene manía o que ya voy sin pilas, (o todo a la vez jeje) pero voy de chapa a chapa. Llego a una reu, no es la cima pero ya ni veo ni oigo a Pablo y no veo más parabolts, así que mis recuerdos de embarcadas me dicen que me quede ahí. 

-Un pseudolargo más y ¡¡¡llegamos a la cima!!! Foto de rigor (no la pongo porque no salgo muy favorecido o más bien nada favorecido jaja), bajada caminando, que ya se agradece no tener que rapelar y en un momento estamos en el coche. Para nuestra sorpresa aún no han llegado Andrés y Pablo 1. Algo inquieto les busco sin suerte en el bar y en el refugio, les llamo y nada... Finalmente cogen el móvil, están bajado y están bien, ahora ya podemos empezar a recoger y a disfrutar de la cima.

Por lo visto parece que bajando desde el trono había que hacer un rapel muy en diagonal, se debieron de pasar una reunión y acabaron en otra de la vía Torrijo. Ahora les tocaría subir lo que habían bajado de más y le toco al veterano, Andrés, jugarse el tipo... Por lo que cuenta debieron de ser unos 20 metros agarrándose a arboles y chapando cordinos sobre estos jjeje, ahora nos reímos pero el susto no se lo quita nadie..., como el titán que es, se superpuso a los imprevistos y finalmente llegan a cima y pueden bajar andando.... y es que ya se sabe que Riglos es terreno de aventura y ¡hay que andarse con ojo! (Después de esto, Pablo 1 creo que tardará un tiempo en volver por Riglos, pero caerá jaja).

Como no podía ser de otra forma, cervezas de rigor, que por cierto les perdonamos que no las pagaran, por los hechos acontecidos, pero que conste que llegamos antes eee... El día se acaba y ya estamos pensando en la siguiente,  el Fire aún nos queda por coronar, no digo más...

PD: Ya nos embarcamos en Peña Sola Andrés y yo por la también llamada vía Torrijo, así que nos proponemos indagar en quien era este tal Torrijo, porque a juzgar por las vías debía de ser un pureta de cuidao jejej. Resulta que Torrijo es el apellido, de Carmelo y Antonio Torrijo; los hermanos Torrijo.  

"Formaban una cordada activa que pronto destacó en la escalada de las grandes clásicas del momento. En 1973 abrieron una en la Visera, subiendo por la canal que enmarca por la derecha el gran extraplomo del mallo; vía “Hermanos Torrijo”. Al año siguiente, con Jesús Abenia e Ignacio Chasco abrieron el canto Este de Peña Sola, vía “Torrijo”, 150m V y A2, un dilatado espolón cubierto de extraplomos que no propiciaban la escalada libre. Lo consiguieron ascender recurriendo con frecuencia a una escalada artificial muy técnica, difícil y expuesta, obligados por el desplome general de la muralla y la roca insegura, una mezcla de conglomerado y arenisca de clavazón complicado. La vía la terminaron tras dos vivacs en pared y fue una prueba de tenacidad y eficacia técnica que no obstante no despertó mucho interés entre los escaladores. En 2007 los riojanos Juan Carlos Cuartero y Ana Prieto la reequiparon con paraboles, lo que actualmente facilita mucho las cosas. Después, sus obligaciones profesionales y familiares los alejaron de la montaña de dificultad hasta que a mediados de los años 2000 Carmelo volvió a la escalada, abriendo y equipando muchas vías nuevas, sobre todo en la zona de Calcena donde ha conseguido realizar, junto con un nutrido grupo de escaladores de la comarca de Calatayud, uno de los conjuntos de vías “deportivas” más importantes de la provincia de Zaragoza"



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